EL PALIO



PALIO

Palio Papal de Francisco antes de ser entregado 
por el cardenal decano

Palio, derivado del latín pallium o palla que significa manta de lana, es un paramento o indumentaria litúrgica de uso exclusivo del Papa y de los arzobispos metropolitanos, que lo usan en la Misa solemne pontifical.

Es una banda de lana blanca en forma de collarín, guarnecida y salpicada con seis cruces de seda, negra para los arzobispos y roja para el papa, y con dos cabos pendientes uno sobre la espalda y otro sobre el pecho del prelado, en cuyas terminaciones poseen orlas negras.


Es semejante a una estola y se utiliza a modo de escapulario


En la Iglesia latina tiene la forma de una faja circular que carga sobre los hombros y de la cual penden ante el pecho y en la espalda dos tiras rectangulares.


En la Iglesia oriental posee otras formas dependiendo de su tradición litúrgica y son llamados generalmente como omophorion.


En los primeros siglos de la Iglesia latina, el palio era un ornamento propio del Sumo Pontífice, y a partir del siglo VI, por concesiones particulares, llegó a ser ornamento común de los arzobispos metropolitanos.

Existen dos tipos de palio:
  • El Papal
  • El Arzobispal.

PALIO PAPAL

El palio papal ha tenido por lo general algunas particularidades que lo distinguen de los palios de los Arzobispos. 




Si bien ha cambiado de tamaño y forma a lo largo de los siglos y aún en los distintos pontificados, por lo general es más grande y circular, posee seis cruces rojas y termina con dos orlas negras en sus extremos. 

Se adorna con tres clavos metálicos que recuerdan los clavos de la Pasión.


Es entregado al Romano Pontífice en la misa de inicio de su pontificado por el Cardenal decano del colegio cardenalicio.


Su diseño original giraba entorno a los hombros en forma de anillo, cocido sobre el hombro izquierdo y con dos extremos que descienden hacia atrás y adelante. 


Benedicto XVI al comienzo de su pontificado utilizó un palio similar al de los primeros siglos, pero debió cambiarlo por los inconvenientes de movilidad que le generaban cuando avanzaba su edad. Finalmente optó por un palio redondo, más ancho que el arzobispal, y con las cinco cruces rojas que se utilizaban antiguamente.

El 24 de abril de 2005 durante la Misa de entronización, el cardenal Protodiácono Medina Estévez, impuso el palio sobre los hombros del Papa Benedicto XVI con las siguientes palabras:

“Bendito sea Dios, que te ha elegido pastor de la iglesia universal rodeándote con la estola blanca de tu Servicio Apostólico. Que brilles durante largos años de vida terrenal hasta que, cuando te llame el Señor, alcances Su reino celestial vestido con la estola de la inmortalidad.”


El primer palio que usó el Papa Benedicto





PALIO ARZOBISPAL

Constituido en su forma actual por una faja de lana blanca ancha de 4-6 cms, adornada por 6 cruces y dos orlas de seda negra, cuyas extremidades se apoyan sobre el pecho y sobre los hombros y no es circular como el del Papa, sino que posee un rectángulo anterior y otro posterior.




Está adornado sobre el pecho, sobre la espalda y sobre el hombro izquierdo por un agujón (acícula) que antiguamente servía para mantener firme el ornamento en los tres puntos precisados.

Se fabrica con lana de los corderos bendecidos por el papa en la fiesta de Santa Inés.

Estos palios son impuestos o se entregados como sucede últimamente, en la basílica de San Pedro en la Misa de la festividad de los Apóstoles Pedro y Pablo los 29 de junios, a los arzobispos que hayan sido nombrados en el último año.



Arquidiócesis 

En la estructura de la Iglesia, las diócesis se agrupa en provincias eclesiásticas al frente de la cuales se hallan los arzobispos metropolitanos. El hecho de que el palio se imponga en una celebración conjunta a todos los nuevos arzobispos de cada año expresa igualmente la universalidad y catolicidad de la Iglesia unidas en y desde la Sede Apostólica.

SIGNIFICADO

El Sagrado Palio es una insignia litúrgica de honor y de jurisdicción, símbolo de la oveja perdida y del Buen Pastor que da la vida por su rebaño.


Es símbolo de la plenitud de la dignidad pontifical y de la unidad de los metropolitanos con el Santo Padre.




El papa Benedicto XVI, en un discurso en el año 2008 explicó el significado del material utilizado en la producción del palio. Dijo el Pontífice que el palio "es confeccionado con lana de oveja, en representación de Jesucristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y el Buen Pastor que vela cautelosamente sobre su rebaño. El palio recuerda a los Obispos que, como Vicarios de Cristo en las respectivas Iglesias locales, son llamados a ser Pastores a ejemplo de Nuestro Señor".


"La parábola de la oveja perdida, que el pastor busca en el desierto, fue para los padres de la Iglesia una imagen del misterio de Cristo y de la Iglesia. La humanidad —todos nosotros— es la oveja descarriada en el desierto que ya no puede encontrar la senda. El Hijo de Dios […] la pone sobre sus hombros, carga con nuestra humanidad, nos lleva a nosotros mismos, pues Él es el Buen Pastor, que ofrece su vida por las ovejas. El palio indica primeramente que Cristo nos lleva a todos nosotros. Pero, al mismo tiempo, nos invita a llevarnos unos a otros."

El Papa también recordó a los fieles su deber de auxiliar a los Pastores de la Iglesia a través de sus oraciones, cooperando con ellos en la propagación del Evangelio y en el crecimiento de la Iglesia en la santidad, unidad y caridad.

El papa Juan Pablo II enseñó sobre el palio:

 Es un signo que conserva también hoy una elocuencia singular. Expresa el principio fundamental de comunión, que da forma a la vida eclesial en todos sus aspectos; recuerda que esta comunión es orgánica y jerárquica; manifiesta que la Iglesia, para ser una, necesita el servicio peculiar de la Iglesia de Roma y de su Obispo, Cabeza del Colegio episcopal (cf. Pastores gregis, 56). 

El otro aspecto complementario, que el rito del palio pone muy bien de relieve, es el de la catolicidad de la Iglesia. En efecto, la Iglesia ha sido enviada por Cristo para anunciar el Evangelio a todas las naciones y para servir a la humanidad entera.  El palio es también una llamada a los sacerdotes y los fieles de las distintas diócesis a consolidar cada vez más una auténtica comunión con sus pastores y entre todos los miembros de la Iglesia.

Con todo ello, se quiere significar el valor y sentido como expresión de comunión eclesial de los arzobispos metropolitanos hacia el Papa, y desde los arzobispos metropolitanos de los obispos de sus diócesis sufragáneas.





"Cada año los arzobispos metropolitanos recientemente nombrados de todo el mundo reciben el 29 de junio, fiesta de San Pedro y de San Pablo, el PALIO de manos del sumo pontifice."






CEREMONIAS



El palio para su confección, entrega e imposición envuelve una serie de tradiciones y ceremonias. Todo comienza con la cría, bendición y esquilada de los corderos empleados para su fabricación.



"En la fiesta de Santa Inés, 
el Papa bendice dos corderos de cuya lana se hacen los palios" 

El palio se confecciona con lana de corderitos, los cuales son bendecidos cada año por el papa en la fiesta de Santa Inés los 21 de enero, en una capilla del Palacio Apostólico o donde lo considere el ceremoniero del Papa.

La figura de Santa Inés emerge en esta tradición en razón a que su emblema es un cordero, por la similitud de su nombre que en latín se escribe "Agnes", con la de cordero que en latín se escribe "Agnus", y también para recordar su martirio, que tuvo lugar en el «Circus Agonalis», hoy plaza Navona, donde existe una Iglesia en su honor, -Santa Inés en Agone-, y una cripta dedicada a la santa donde se encuentra un cofre relicario con su cráneo. La joven fue llevada a esa plaza y ejecutada con una espada, en el modo como se degollaban los corderos.



S. Inés y el cordero entre brazos,
símbolos de candor y sacrificio.

Nacida en el siglo III, de familia noble romana, a los doce años Inés se consagró a Dios haciendo voto de virginidad. Tras el estallido de la terrible persecución del emperador Diocleciano contra los cristianos, fue denunciada por el hijo del prefecto de Roma, cuya oferta de matrimonio rechazó la joven para ser fiel a su promesa a Dios.

En esa ocasión le presentan al papa dos corderos adornados uno con flores blancas (simbolizando la virginidad de Santa Inés) y el otro con flores rojas (simbolizando su martirio). 

Los corderos previamente  son llevados a la Basílica de Santa Inés, en la Vía Nomentana de Roma, donde está enterrada la santa, y luego de la bendición del papa son criados por los padres trapenses de la Abadía de las Tres Fuentes

Los palios son confeccionados posteriormente por las monjas benedictinas de Santa Cecilia con la lana recién esquilada.


1. BENDICIÓN DE LOS CORDEROS

PREPARACIÓN DE LOS CORDEROS

El 20 de enero de cada año los religiosos Trapenses de la abadía de Tre Fontane, llevan dos corderos blancos cuidadosamente escogidos, a la casa de las hermanas de la Sagrada Familia de Nazareth en Roma, quienes desde hace casi 130 años desarrollan la singular y discreta tarea lavar, secar, alimentar y adornar festivamente a estos animales, cuya lana será usada para confeccionar los sagrados palios . Un encargo que se inserta en el carisma de la congregación -el de vivir según el estilo de la Sagrada Familia, en el ocultamiento y en el servicio a la Iglesia-.

En la mañana siguiente día de santa Inés, les colocan una especie de capa sobre el lomo de las crías. Para un cordero es de color rojo, en recuerdo del martirio de la santa; para el otro es blanco, en recuerdo de su virginidad. 

Sobre las dos capas una para cada animal hay tres letras: 

SAV: Significa la Virginidad de Santa Inés. ( Sant'Agnese Virgen).

SAM: Significa el Martirio de Santa Inés. (St. Agnes mártir)

SAM 
Luego le entrelazan dos coronas de flores – una de color rojo y una blanca – y se las colocan sobre la cabeza, al igual que moños en las orejas. Después de esta vestición, los dos corderos son puestos atados cada uno dentro de una cesta para evitar su escape.

Hacia las nueve de la mañana vienen algunos delegados de la basílica Lateranense, que llevan los dos corderos a Iglesia de Santa Inés Extramuros, en la vía Nomentana. 

BENDICIÓN DE LOS CORDEROS


Apenas llegan a la basílica de Santa Inés de extramuros, son puestos sobre el altar y bendecidos con el tradicional rito por el Abad General de la orden de los Canónigos Regulares de Letrán.

Terminada la ceremonia en la basílica de santa Inés, algunos sediarios pontificios junto con una delegación de los canónicos lateralenses y de las hermanas de la sagrada familia de nazareth, llevan los dos corderos a la Santa Sede, donde son presentados al Papa quien los vuelve a bendecir.


Al final de la ceremonia, dos sediarios pontificios, junto con el decano de Tribunal de la Rota romana, llevan los corderos al monasterio benedictino de Santa Cecilia en el barrio Trastévere.





2. CONFECCIÓN DE LOS PALIOS


Las monjas benedictinas se encargan desde ese momento de criar los corderos hasta la pascua, cuando los devuelven esquilados a Letrán, donde los canónigos regulares lateranenses entregan los dos corderos como tributación al capítulo de San Juan.

El esquileo es realizado en la Semana Santa, el martes santo, y como generalmente la lana de los dos corderos no es suficiente para tejer todos los palios necesarios, las mezclan con la de otros corderos.



En las semanas siguientes los palios son confeccionados por ellas, primero confeccionan la lana y luego tejen los palios con sus cruces y orlas.


 Esta labor la realizan en el mismo monasterio de Santa Cecilia, situado en el barrio romano de Trastevere. Antes se tejían palios en el convento en la Torre de Specchi.

Las benedictinas de Santa Cecilia tejen y confeccionan los palios desde hace siglos, utilizando para ello unos telares, y aunque hoy emplean algunos telares modernos, el más antiguo es del año 1600.

Primero hilan la lana de los corderos y luego en los telares tejen los palios a mano.

Como el palio simbolizan la oveja perdida, buscada y salvada por el Buen Pastor, junto al Cordero crucificado por la salvación de la humanidad, ellas envían los palios al Vaticano cada año, el 24 de junio, el día de la solemnidad de san Juan Bautista, en razón a que fue él quien mostró a Cristo como el Cordero de Dios.

Ver también: Benedictinas que confeccionan los palios

3. BENDICIÓN DE LOS PALIOS

El 28 de junio en las primeras vísperas de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, el Papa bendice los nuevos Palios. La ceremonia tiene lugar en los departamentos privados del Papa, participan dos padres trapenses, dos canónigos del capítulo de San Juan, el decano del Tribunal de la Rota Romana, dos integrantes del personal de la antecámara pontificia y dos oficiales de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.


4. PALIOS EN LA TUMBA DE SAN PEDRO



Luego los palios son colocados en un cofre de plata sobre la tumba de San Pedro.



Nicho de los Palios
El palio es una reliquia de contacto (tercer grado), por esto en el atardecer de la víspera de la fiesta de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, los nuevos palios son colocados sobre el sepulcro del Apóstol Pedro, debajo del altar mayor en la Basílica de San Pedro en Roma, exactamente en el llamado nicho de los palios. 



De esa manera, la gracia de las reliquias del Apóstol Pedro son transmitidos a los nuevos palios.




4. ENTREGA DE LOS PALIOS

Misa de los Apóstoles Pedro y Pablo

El 29 de Junio en la fiesta litúrgica de Pedro y Pablo son entregado los palios. El rito inicia con una procesión, acompañada por el canto ‘Tu es Petrus’ entonado por el coro de la Capilla Sixtina.

El santo Padre, los concelebrantes y los nuevos arzobispos -que son ubicados en primera fila de la basílica de San Pedro-, visten todos paramentos rojos.

Es costumbre, en ocasión de esta festividad, la presencia de una delegación del patriarcado ecuménico de Constantinopla, muchas veces incluso con la presencia misma del patriarca ortodoxo.

Los palios son llevados en procesión desde el sepulcro de Pedro
En el intermedio de la ceremonia son llamados cada uno de los nuevos arzobispos y el Papa le entrega el Palio, antes del 2015 se los imponía. No obstante, cuando el papa no puede hacer él mismo la entrega del palio, le corresponde la entrega al cardenal protodiácono, el mismo que anuncia Urbi et Orbi (a la Ciudad y al Mundo) la elección de un nuevo papa.


AUDIENCIA CON LOS ARZOBISPOS

Al día siguiente de la entrega de los palios, el Papa recibe a los nuevos arzobispos con sus familiares, amigos y peregrinos diocesanos presentes en Roma, en una audiencia especial para expresar sus felicitaciones y recibir los agradecimientos de los arzobispos.


5. IMPOSICIÓN

Hasta el año 2014 el Papa (o en su defecto el cardenal Protodiácono) imponía el palio a los arzobispos metropolitanos, durante la fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo en la Basílica de San Pedro, como símbolo de fidelidad del Arzobispo al Sumo Pontífice.


Un nuncio imponiendo el palio a un arzobispo en su propia catedral

El Papa Francisco ha variado la tradición al no imponer los palios, sino que los entrega de forma más sencilla. En efecto a partir de 2015 el Papa entrega este paramento personalmente a los Arzobispos el 29 de Junio, para luego ser impuestos por los Nuncios en las propias Sedes de los Arzobispos.

Esta imposición se efectúa ahora en la diócesis de pertenencia del Arzobispo en un segundo momento, en presencia de la Iglesia local y en particular de los obispos de las diócesis sufragáneas acompañados por sus fieles.


HISTORIA DE LA INDUMENTARIA LITÚRGICA










El Palio y el anillo del Papa Francisco
sobre la tumba de Pedro

Como hemos mencionado el palio es una banda estrecha de lana blanca cosida en forma circular y adornada con cruces, de la cual caen dos tiras cortas en sentido vertical, sobre el pecho y espalda; lo usan los arzobispos y algunos obispos como signo de autoridad y jurisdicción. 


Unos lo consideran insignia de origen imperial concedida al Papa; otros lo creen de origen puramente eclesiástico, nacido ya con la intención de que fuera insignia propia del Sumo Pontífice.


En el documento “Inter Eximina Episcopalis” de 1978, Pablo VI limitó el empleo de los palios al Papa y a los arzobispos metropolitanos. En 1984, Juan Pablo II decretó que los palios serían impuestos a los metropolitanos el 29 de junio.



La tradición de bendecir los corderos se cumple todos los años el 21 de enero, memoria litúrgica de Santa Inés, martirizada alrededor del año 305 y cuyo símbolo es un cordero. 



La santa está enterrada en la basílica que lleva su nombre en la Via Nomentana en Roma, lugar donde los corderos son bendecidos primero antes de ser presentados al Papa. Los palios son confeccionados por las religiosas Benedictinas de Santa Cecilia con la lana recién esquilada.


En enero de 2015, el papa Francisco anunció que a partir de la imposición prevista para ese año, ésta ya no se haría en Roma directamente por el papa, en vez, lo impondría el arzobispo de la diócesis correspondiente, siendo los palios bendecidos con anterioridad por el sumo pontífice en las vísperas de las fiesta de Pedro y Pablo.



DISEÑO



Alfileres
de Juan XXIII

El palio lleva seis cruces negras para los Arzobispos y rojas para el Papa, cuatro de ellas en la banda circular y las otras dos en los extremos; se lleva sobre la la casulla, por encima, colgado de los hombros. 


El Palio lleva tres alfileres que simbolizan los 3 clavos usados en la crucifixión de nuestro Señor. Las cruces donde son colocados estos alfileres son las que se encuentran debajo del cuello, en el hombro izquierdo y derecho, para soportaros cada cruz posee pequeños lazos en los que se insertan y son llamados spilloni dal pallio en italiano; o aciculae en latín. La cabeza de estos alfileres o broches se adornan con piedras preciosas y siempre deben apuntar a la derecha desde el punto de vista del observador.

Broches o alfileres de palio

Algunos Padres de la Iglesia han visto en las cruces el recuerdo de la Cruz del Señor que el prelado debe llevar con mayor diligencia y amor.

Antiguamente se usó un palio mucho más grande, que Benedicto XVI volvió a utilizar al comienzo de su pontificado, y luego por comodidad regresó al corto.

En efecto el papa Benedicto XVI utilizó, desde el inicio de su pontificado hasta la fiesta de San Pedro y San Pablo del año 2008, un palio muy similar a los que se usaban antes del siglo X, con cinco cruces rojas que recuerdan las cinco llagas de Cristo. Sin embargo, debido a la incomodidad que constituía su uso para la función litúrgica, a instancias del nuevo maestro de ceremonias pontificias, Mons. Guido Marini, el papa cambió a la forma de palio "redondo" que se ha utilizado en Occidente los últimos siglos, más pequeño, pero a diferencia del de los arzobispos, este lleva cinco cruces rojas al igual que el Palio que usó desde el comienzo.
Tras usar la segunda versión del palio de Benedicto XVI por más de un año, el papa Francisco lo descontinuó y regreso al palio más tradicional usado por los predecesores recientes de Benedicto XVI.​

FOTOS


Bendición corderos 21 enero


La tumba de San Pedro se encuentra debajo del altar Papal 


El cofre donde son guardados los palios
Tumba del Apóstol Pedro y el nicho de los palios


El Papa reza ante la tumba de San Pedro
Se pude observar su palio en el nicho









Palio a un arzobispo latino.


Palio (omophorion)
a un metropolitano oriental


El palio (omophorion) de un metropolita oriental
Papa Francisco entregando el Palio



El papa Benedicto introdujo
en su escudo pontifical el Palio 



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