EL VELO

El uso del velo o la mantilla en la Santa Misa


El velo sobre la cabeza de la mujer es una costumbre muy antigua de los judíos que manifiesta amor y respeto a Dios. Al cubrirse la cabeza para orar la mujer se recoge para Dios y evita la distracción de cuidar su apariencia ante los hombres. El velo es un signo visible de una realidad invisible. 
El velo se utiliza en la Iglesia desde sus inicios. San Pablo: "He ahí por qué debe llevar la mujer sobre la cabeza una señal de sujeción por razón de los ángeles" -I Corintios 11,10 ; "mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra su cabeza, siendo lo mismo que si se rapase." -1 Cor. 11,5. Ver también: (1 Tesa. 2:15, 3:6). 

Las vírgenes consagradas toman a Jesús como esposo y llevan el velo como signo de fidelidad a El (Cf. 1 Cor 7,34). También las viudas que se comprometían a no casarse utilizaban el velo. Las que hacen profesión religiosa también se distinguen tradicionalmente por su velo. Generalmente el velo blanco distingue a las novicias, como a las novias. Apocalipsis 22,17: "El Espíritu y la Novia dicen: «¡Ven!»" 

Según la antigua ley canónica la mujeres debían usar velo durante la misa. El Concilio Vaticano II no hizo ningún cambio respecto al velo. Sin embargo, el nuevo código de ley promulgado el 25 de enero de 1983 no hace mención del velo en la misa como lo hacía el anterior. Al dejar de ser prescrito por la ley eclesiástica para la misa, el velo quedó como una venerable tradición no obligatoria. Por lo tanto el velo no debe ser objeto de contienda o de juicios.


II

Antes de la revisión en 1983, la Ley Canóniga había declarado que las mujeres debían cubrirse las cabezas "... especialmente cuando ellas se acercan a la santa mesa" (can. 1262.2). Pero, con tal de reducir el aumento de colección de libros, la nueva versión de la Ley Canóniga fue sometida a cambios concisos. En el proceso, fue omitido mencionar lo de las cabezas cubiertas.

En 1970, el Papa Paulo VI promulgó el Nuevo Misal Romano, que ignoró mención alguna de los velos de las mujeres. Pero en el momento en que se estaba publicando el misal, no parecía necesario dejar una práctica tan obvia y universal como cosa obligatoria.

Y el mencionarlo en la Ley Canóniga o en el Misal Romano no es necesario para la continuación de la tradición, porque es establecido en las Escrituras y se ha practicado desde el temprana Iglesia. En realidad, el Papa Juan Paulo II afirmó que las verdaderas Fuentes de la ley canóniga son la Tradiciones Sagradas, especialmente como es reflejado en los concilios ecuménicos, y la Sagrada Escritura(O.S.V. Catholic Encyclopedia, p. 169).


En resumen, las razones que San Pablo advierte a las mujeres para que se cubran sus cabezas en la iglesia son: 
 1. Nuestro Señor lo ordenó;
2. Es una señal visible de una orden invisible establecida por Dios;
3. Los ángeles en la Misa están ofendidos si las mujeres no lo usan;
4. Es una vestimenta ceremonial;
5. Es nuestra herencia.

Las mujeres Cristianas en todo el mundo tienen otras razones para llevar sombreros, mantillas, rebozos, bufandas, pañolones, o velos. Algunas las llevan por respeto a Dios; otras, para obedecer lo pedido por el Papa, o continúan una tradición familiar. Pero la más importante razón de todas es porque Nuestro Señor dijo: "Si me amáis, observad mis mandamientos." (Juan 14:15).

“Siempre estaremos listas con nuestros velos de novias, esperándolo a él y el matrimonio prometido (Apoc. 22:17), siguiendo el ejemplo de Nuestra Santísima Madre María,quien nunca se apareció ante los ojos de los hombres sin estar adecuadamente con velo.

Para quienes todavía piensan que el velo es una costumbre obsoleta, recuerden que: "Jesucristo es el mismo, ayer y hoy, sí, y para siempre." (Heb. 13:8).
Sagradas Escrituras

La Sagrada Escritura presenta varias razones para llevar el velo. San Pablo nos dice en su Primera Carta a los Corintios (11:1-16) que las mujeres deben cubrirse sus cabezas porque es una Sagrada Tradición ordenada por Nuestro Señor Mismo y encomendado a Pablo: "...las cosas que os escribo, son preceptos del Señor." (1 Cor. 14:37).

JERARQUÍA DIVINA

Dios ha establecido una jerarquía, tanto en las esferas naturales como en las religiosas, en las cuales la mujer es sujeta al hombre. San Pablo escribe en I Corintios: "Mas quiero también que sepáis que Cristo es el jefe y la cabeza de todo hombre, como el hombre es cabeza de la mujer,y Dios lo es de Cristo." (1 Cor. 11:3)

Y, en la institución del matrimonio, Dios le dio al hombre la autoridad sobre la esposa, pero responsabilidad a ella también. No sólo es el hombre el que toma las decisiones de la familia, sino que él es responsable también por el bienestar material y espiritual de su esposa e hijos. El hombre no tiene esta posición para esclavizar ni menospreciar a su esposa.

Y como la Esposa (la Iglesia) es sujeta a Jesús, las mujeres tienen que llevar el velo como señal que ellas están sujetas a los hombres. "Las casadas están sujetas a sus maridos, como al Señor; por cuanto el hombre es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia"(Efesios 5:22-23). El hombre representa a Dios. Por lo tanto, él no deberá cubrirse su cabeza.

Sin embargo, esta sujeción no es derogatoria para las mujeres, porque en el Reino de Dios todos están sujetos a una autoridad más alta. "Pues así como la mujer al principio fue formada del varón, así también ahora el varón nace de la mujer; y todo por disposición de Dios." (1 Cor. 11:12). Además, el simbolismo del velo toma aquello que es invisible, la orden establecida por Dios,y la hace visible. En la historia de la Iglesia, las vestimentas de los sacerdotes han jugado un papel similar.

El honor de la mujer


Es un honor llevar el velo. Pero al repudiarlo públicamente, la mujer deshonra su dignidad femenina, su señal de sujeción de mujer, así como un oficial militar es deshonrado cuando es despojado de sus condecoraciones.

El Pontifical Romano contiene el imponente ceremonial de la consagración de los velos:

"Recibidel sagrado velo, para que podáis ser conocidas como habiendo despreciado al mundo, y que verdaderamente, humildemente, y con todo vuestros corazones, sois sujetas a Cristo como sus esposas; y que Él os defienda de todo mal, y llevaros a la vida eterna" (PontificaleRomanum, de benedictione).

San Pablo dice que una mujer sin velo es un deshonor: "Al contrario, mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra su cabeza, siendo lo mismo que si se rapase." (1Cor. 11:5)

"Debido a los ángeles"

"Por tanto debe la mujer traer sobre la cabeza la divisa de la sujeción, y también, por respeto a los ángeles," escribió San Pablo (1 Cor. 11:10).La jerarquía invisible debe de ser respetada porque los ángeles están presentes en las asambleas litúrgicas Cristianas, ofreciendo con ellos el Santo Sacrificio con el honor debido a Dios Altísimo.

San Juan el Apóstol escribió:
"Vino entonces otro ángel, y pusose ante el altar con un incensario de oro; y diéronsele muchos perfumes, compuestos de las oraciones de todos los santos para que los ofreciese sobre el altar de oro, colocado ante eltrono de Dios." (Rev. 8:3, ver también Mateo 18:10).

Ellos son ofendidos por la falta de respeto en la Misa, así como detestaron que el Rey Herodes aceptara la adoración de las personas de Jerusalén:
"Más en aquel mismo instante le hirió un ángel del Señor, por no haber dado[Herodes] a Dios la Gloria; y roído de gusanos, expiró." (Hechos12:23).

Tradición antigua


La costumbre de llevar el velo fue guardada en las iglesias primitivas deDios (1 Cor. 11:16). Vemos esto en la Primera Carta de Pablo a los Corintios.

Las mujeres de Corinto, acosadas por las sensibilidades modernas, comenzaron a ir a la iglesia sin sus cabezas cubiertas. Cuando San Pablo escuchó de su negligencia, él escribió yles urgió que mantuvieran el velo. Según la Biblia Comentaria de San Jerónimo, él finalmente afirmó el asunto al decir que la cobertura dela cabeza era una costumbre de las comunidades primitivas de Judea,"las iglesias de Dios" (1 Tesa. 2:15, 3:6).

El mandato de Dios

Aún hoy en día, algunas personas equivocadamente creen que San Pablo basó la tradición sobre su opinión personal. Ellas piensan que él no tenía la intención que continuara en la Iglesia Universal, sino más bien, que fuera una costumbre local. Este razonamiento, sin embargo, no se conforma al espíritu Paulino. Después de todo fue Pablo quien estuvo ante Pedro para cambiar las tradiciones Judías en las iglesias Cristianas (Gal. 2:11-21).

San Pablo les recuerda, "pues no lo he recibido, ni aprendido yo de algún hombre, sino por revelación de Cristo" (Gal. 1:12), al referirse a la autoridad de su ministerio, y laveracidad de sus palabras. Nuestro Señor quiere que obedezcamos Sus mandamientos:

"Y así, el que violare uno de estos mandamientos,por mínimos que parezcan, y enseñare a los hombres a hacer lo mismo,será tenido por el más pequeño" (Mateo. 5:19)..

"Hijos Míos, debéis unir vuestras manos en reverencia durante el Sacrificio de Mi Hijo.  Es una expresión de amor, gratitud, y respeto.  Reverencia y respeto y santidad, deben ser regresadas a las Casas de Mi Hijo, Iglesias, a través del mundo - reverencia, santidad y respeto desde el principio hasta el fin del sagrado servicio.
     "Las mujeres deben mantener sus cabezas cubiertas, hija Mía.  No es por modas ni boga;  es porque el Padre Eterno y los ángeles exigen el comportamiento apropiado durante el Santo Sacrificio.  Ofende el Corazón de Mi Hijo muchísimo, ver que satanás ha quitado tanta piedad y santidad en Sus Iglesias a través del mundo
." 
-Nuestra Señora de la Rosa 
Mística

"La mujer tiene que cubrirse su cabeza.  Es una marca de respeto requerida en la Casa de Dios.  Esto es exigido por los ángeles." - Nuestra Señora de las Rosas

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