TENEBRARIO



Un tenebrario es un candelabro de forma triangular con quince velas, dispuestas escalonadamente, que se van apagando progresivamente durante el Oficio de tinieblas, en Semana Santa.
En este oficio de tinieblas se leen los salmos del profeta cristiano y judío Jeremías, y en el presbiterio se encuentra el tenebrario, cuyas velas, decera amarilla, se van apagando una tras otra al final de cada salmo de maitines y laudes, empezando por el ángulo inferior derecho, quedando encendida solamente la más alta, que en algunos sitios suele ser blanca.
El tenebrario en su versión final canónica tiene quince velas: nueve de los tres salmos de cada uno de los tres nocturnos de maitines más cinco de los cuatro salmos y el cántico del Antiguo Testamento de laudes y una del cántico evangélico de laudes: el Benedictus.

Cuando se impone la interpretación alegórica, a este candelabro se le da también un rico simbolismo: su forma triangular, recuerda a la Santísima Trinidad; las primeras catorce velas representan a los once Apóstoles y a las tres Marías; la luz de la cúspide representa a Cristo, que acaba venciendo las tinieblas del pecado y de la muerte, o la Virgen María, que siempre creyó y esperó el triunfo de su Hijo.
Los maitines y laudes del triduo sacro, correspondientes al Jueves, Viernes y Sábado Santos, se llaman oficio de tinieblas

El Oficio de Tinieblas, Officium Tenebrarum, como se llama a los maitines y los laudes del Triduo Sacro, se adelantaban, para mayor asistencia de fieles, a la tarde anterior. Por eso el del Jueves se cantaban el miércoles santo por la tarde, el del Viernes, el Jueves por la tarde, y el del Sábado, al Viernes por la tarde

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