URBANIDAD DE PIEDAD

MODOS DE TRATAR A DIOS
EN EL TEMPLO


"En el trato con Dios tened Piedad de niños y Doctrina de teólogos"
San Josemaría 

En la vida social hay unas formas, unas "reglas" de buena educación, unas maneras de tratarse, y hasta un protocolo. Una persona se muestra a sí misma, también a través de ellas.
En la religión también hay unos modos de relacionarnos con Dios, mostrarle nuestra fe, nuestra reverencia y nuestro amor. Se la podría llamar la urbanidad de la piedad.
Cuando Dios se aparece a Moisés en la zarza ardiente, lo primero que le dice es "quítate las sandalias... el lugar que pisas es santo". Nos habla del necesario respeto de lo divino, del sentido de lo sagrado. Jesús se vio obligado a poner orden en el Templo de Jerusalén, echando a los mercaderes y cambistas que deshonraban la casa de Dios.
Hay una distancia infinita entre Dios y el hombre
El amor y la confianza que proceden de la filiación divina no conllevan -sería un contrasentido- una falta de respeto o igualdad de situación delante de nuestro Creador.
Padres y colegios forman gente joven (niños y adolescentes).
Parte de esa formación consiste en enseñarles a comportarse delante de Dios y a tratar sus cosas santas.
Es por esto que debemos cuidar las posturas, los gestos, la contemplación y el rito.
"Las formas forman" si se les pone contenido 
Es amor, no mera formalidad- y si se entiende la razón de ser de cada una. Por eso no es exagerado. Mucho de lo que acá se dice tiene una finalidad pedagógica. Todo pretende ser expresión de respeto y amor a Dios.

"En la Iglesia hay unas normas litúrgicas que garantizan el cuidado del culto a Dios"
Jesús resume toda la ley de Dios en un solo mandamiento: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu mente, con todas tus fuerzas, con toda tu alma". Amar a Dios con todo nuestro ser y nuestra vida. Obviamente incluye nuestros gestos. El amor se nota. Y si no se nota... es que es demasiado débil.
San Josemaría en su libro Camino decía: "me dices que la santa Misa es larga, yo te digo tu amor es corto"

En la Iglesia hay unas normas litúrgicas que garantizan el cuidado del culto a Dios. Una especie de "protocolo" para lo sagrado: modos cómo debemos tratar a Dios y las cosas de Dios.
Ante muchos descuidos e irreverencias con la Eucaristía el Magisterio de la Iglesia se ha visto obligado a recordar e insistir repetidamente en los últimos años en estos temas. 

En concreto:
  • Ceremonial de los Obispos. 1984

  • Enciclica Ecclesia de Eucharistia. 2003

  • Instrucción Redemptionis Sacramentum. 2004
  • Instrumentum laboris del Sínodo de Obispos del 2005.

También hay una serie de cuidados que no están preceptuados como leyes litúrgicas, pero que siempre han vivido los cristianos piadosos como expresión de reverencia y amor. Es parte del tesoro del patrimonio espiritual de la Iglesia.
La Iglesia siempre ha usado la kinésica o lenguaje corporal, en los que se intervienen movimientos corporales y gestos, en razón a que el cuerpo también ora y expresa las realidades internas.
"Hemos de estar atentos para que la confianza no degenere en falta de respeto"
Hemos de estar atentos para que la confianza no degenere en falta de respeto; sería ofensivo para con Dios. Nadie en sus cabales podría decir "porque te quiero tanto, no te respeto, te trato mal y te ofendo".


La dignidad, la delicadeza son necesarias, ya que como seres compuestos de alma y cuerpo, expresamos nuestros afectos, nuestra fe y todo lo espiritual a través del cuerpo. No es verdad que la espontaneidad sea de por sí buena. Depende de qué espontaneidad; la hay buena y la hay salvaje.
No es verdad que las formas reflejen falta de confianza.
El amor tiene una línea de mínima que es el respeto y la veneración. No puedo amar lo que no respeto. Tampoco lo que no venero. El mismo respeto y veneración serán camino hacia el amor, y expresiones de amor mismo.
Nos mostramos a nosotros mismos. Así como el cumplimiento de los modales y normas de buena educación muestran la "calidad humana" de una persona. La urbanidad de la piedad muestra nuestra fe, esperanza y amor. Es respeto y elegancia, aplicado a las cosas de Dios.



Entre algunas de las normas de urbanidad de piedad tenemos:


. Vestirse dignamente y con cierta elegancia para visitar a Dios. Evitar los escotes y los vestidos provocativos.

. El agua bendita nos recuerda nuestro bautismo y borra los pecados veniales, se debe usar al entrar en la iglesia al tiempo que se eleva una jaculatoria.

. Dios nos habla, pero no por celular. Apágalo.

. Guardar silencio en el recinto sagrado para facilitar el recogimiento y ayudar a que los demás puedan hablar con Dios. El silencio es ya una forma de culto ante la Eucaristía y violarlo es cometer sacrilegio.

. Guardar la hora de ayuno eucarístico si se va a comulgar. 

. La fila para comulgar no es una cola, es una procesión hacia Jesús sacramentado. Vamos preparándonos a recibir al Señor. Supone recogimiento interior. (concentrados, sin la curiosidad de mirar para todos lados, darse vuelta, etc.). No llevar las manos en los bolsillos, si no en posición de oración

. No cruzar las piernas; no es elegante hacerlo dentro del recinto sagrado. En las ceremonias litúrgicas es necesario saber cuando sentarse, pararse, arrodillarse.

. No comer, ni mascar chicle..., no jugar, no hacer muecas ni bromas, o molestar a otros.

. Evitar distracciones. Como la curiosidad de mirar quién entra o sale, o quien estornudó... Tampoco se debe cruzar la pierna dentro de la iglesia.

. Persignarse con devoción, sabiendo que se hace la señal de la Cruz. La mano izquierda debe ser colocada en el pecho y con la palma de la mano totalmente abierta y mirando el rostro se hace el signo de la cruz. Para la signación se usará el dedo pulgar

. Que la genuflexión ante el sagrario sea un acto de fe. La rodilla derecha toca el suelo, con el cuerpo erguido,
mirando hacia el sagrario.

. La inclinación de cabeza son señal de respeto y veneración. Se hace ante el altar (que representa a Cristo), ante las imágenes y cuando se pronuncie el sagrado nombre de nuestro Señor.

. Ante las palabras de la encarnación en María santísima, se debe hacer una inclinación profunda que consiste en inclinar la cabeza junto con el cuerpo.

. Cuidar la forma de sentarse. Derechos, sin "acostarse" en los bancos con las manos sobre las rodillas. Sin apoyar los pies en los reclinatorios (se arruinan, los zapatos llenan de polvo los reclinatorios que. después manchan las rodillas de los. pantalones).

. Enseñar a los niños a comportarse; a no correr sino caminar despacio dentro de la iglesia.

Es respeto y elegancia, aplicado a las cosas de Dios.

Otros aspectos que debemos tener el cuenta:

Es laudable rezar las oraciones de Leon Xlll, al Final de la Santa Misa;


El saludo litúrgico es doble, primero por un lado del hombro y luego por el otro.

La comunión debe ser preferiblemente de rodillas, nunca en la mano.

La paz no es un saludo humano ni social, no hay necesidad de salirse del puesto

Jamas en la consagración se puede estar sentados

Los hombres no pueden tener cubierta la cabeza, solo las mujeres permanecen con su corona cubriendo su dignidad

Al sacerdote se saluda, pidiéndole la bendición y besando sus manos consagradas, al Obispo besando su anillo Pastoral

Se debe acompañar los cantos de la celebración, no solo es función del coro

No se debe rezar el Santo Rosario, actos de piedad y novenas durante la Santa Misa 

El sagrario siempre debe tener una lámpara encendida, preferiblemente de aceite y estar cubierto con un velo o conopeo. 


Cuando se entre al templo, se debe saludar al ángel custodio del sagrario en agradecimiento de sus servicios.

Jamas se deben tocar los vasos sagrados, solo los ministros ordenados lo pueden hacer de manera directa, los monaguillos y acólitos acompañados de un purificador

Solo los ministros pueden estar en el presbiterio

Se debe estar desde el inicio de la Santa Misa para poder comulgar.

Nunca se puede comulgar en pecado mortal, es un sacrilegio.

Nunca se debe abandonar el templo, hasta que el sacerdote regrese a la sacristía

Al Final de la Santa Misa se debe dar gracias por sus frutos

Siempre se debe inclinar la cabeza al ser pronunciando el santo nombre de nuestro Señor Jesucristo y en la encarnación en la Santísima Virgen María en el momento del Credo

hay dos formas de realizar una Genuflexión:

- Simple: La rodilla derecha toca el suelo, con el cuerpo erguido, mirando hacia el sagrario.
- Doble y profunda: Ambas rodillas en el suelo acompañada de una inclinación de cabeza. Esta genuflexión es tradicional que se emplee cuando Jesús Sacramentado se encuentra expuesto en la custodia.

Siempre se debe acompañar una genuflexión con una jaculatoria.

Cuando se este de Pie las manos deben tener posición de oración, esto es: las palmas de las manos deben estar juntas y formando una cruz con los pulgares.

Cuando se esta sentado, las manos deben estar sobre las rodillas de sus piernas.

Nunca se debe dar la espalda al santísimo, si no hay alternativa se debe solicitar excusas a Jesús Sacramentado.

Al Momento de la Elevación, las jaculatorias que se empleen deben realizarse en silencio

El Altar siempre debe ser venerado por una inlcinacion de cabeza, durante la santa Misa esta inclinación es profunda

Normalmente sobre el altar o cerca de el deben haber 6 candeleros o 7 si es el obispo el que celebra.

Los candelabros solos son empleados para la exposición del Santísimo en la custodia, para completar 12 cirios.

El cirio pascual se debe encender en Pascua, en los Bautismos y en los Sepelios.

Siempre se debe emplear el agua bendita acompañada de una jaculatoria a la entrada del templo

La Confesión de los pecados, siempre debe hacerse de rodillas

Una regla de Oro: No acostumbrarnos a las cosas de Dios

Autor:
Dr. E. Volpacchio y R. Reynaud

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