La férula es el bastón pastoral que usa el Papa en las celebraciones litúrgicas, de forma similar al báculo que usan los obispos. A diferencia del resto de los obispos, el Papa no usa báculo sino férula. Eso es porque el báculo era un símbolo de la jurisdicción que se le otorgaba al obispo electo por parte del Santo Padre que lo nombraba. El papa, en cambio, no recibía la investidura de nadie: sólo de Dios. Santo Tomás de Aquino lo explica diciendo “El Romano Pontífice no hace uso del báculo [..] esta también es una señal de que él no tiene poder limitado, lo que se significa con la curvatura del báculo” (“Romanus pontifex non utitur baculo … etiam in signum quod non habet coarctatam potestatem, quod curvatio baculi significat”, en Super Sent., lib. 4 d. 24 q. 3 a. 3 ad.
Cuando el papa celebrara alguna función en la que el Pontifical Romano preveía el uso del báculo por parte del obispo de modo ritual y no para desplazarse, como la apertura de la Puerta Santa usaba la férula, que es un bastón que, en lugar de la curvatura, tiene una cruz sin crucificado. Como era raro que el Papa celebrara alguna de estas funciones, no era frecuente que se utilizara.
Férula
Se le llama férula (del latín ferula, bastón o vara) porque no tiene la curvatura típica del báculo episcopal, sino que culmina en una cruz (cruciforme).
Es símbolo de la autoridad pastoral suprema del Papa como sucesor de San Pedro y Pastor universal de la Iglesia. Puede variar de diseño según el pontificado: algunos papas han usado una cruz de tres travesaños (crux papalis), otros una cruz simple o estilizada.
Historia y uso
Es seguro que el Romano Pontífice jamás utilizó báculo, puesto que de las descripciones de la solemne Misa papal en los Ordines Romani no se evidencia su uso. Asimismo, las representaciones de los Papas confirman que el báculo episcopal no formaba parte de las insignias del Romano Pontífice porque no se lo ve en ningún monumento iconográfico realizado en Roma. Por eso, Inocencio III († 1216) escribe categóricamente en su De sacro altaris mysterio: "El romano Pontífice no utiliza báculo pastoral" (“Romanus Pontifex pastorali virga non utitur”) (I, 62). A fin de cuentas, el Papa goza de jurisdicción universal sobre la Iglesia y no necesita de símbolos externos para hacerla evidente. Santo Tomás de Aquino explica esta idea de la siguiente forma: “El Romano Pontífice no hace uso del báculo [..] ésta también es una señal de que él no tiene poder limitado, lo que se significa con la curvatura del báculo” (“Romanus pontifex non utitur baculo […] etiam in signum quod non habet coarctatam potestatem, quod curvatio baculi significat”) (Super Sent., lib. 4 d. 24 q. 3 a. 3 ad 8).
Como fuere, en el siglo X se alude a la existencia de una ferula pontificalis a propósito de la deposición del papa Benedicto V por el emperador Otón I (964). Sin embargo, este bastón era una insignia de su potestad temporal y no un símbolo de su investidura divina, como el báculo que portan los obispos, puesto que el Papa sólo recibe su potestad de Dios, según la conocida frase de Bernardo Bortono de Parma. La forma de esta férula no se conoce bien, pero al parecer se trataba de un asta de madera rematada en uno de sus extremos. La costumbre medieval era que, cuando después de su elección el Papa tomaba posesión de la Basílica Lateranense, se le presentaba la férula del prior de San Lorenzo (conocida como Sancta Sanctorum) como “signum regiminis et correctionis”, vale decir, como símbolo de gobierno que incluye el castigo y la penitencia.
La presentación de la férula era un acto importante, pero no tenía el mismo significado que la imposición del palio en la Misa de coronación del Romano Pontífice. Esta particularidad se debe al deseo de mantener la antigua tradición romana, que se suele justificar acudiendo a una curiosa leyenda, según la cual San Pedro entregó su báculo a San Marcial enviado por él como misionero a las Galias para resucitar a San Autricliniano, compañero suyo, muerto repentinamente en el camino. La práctica cayó en desuso hacia el comienzo del siglo XVI.
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Cardenal Camarlengo con su férula , cierra los aposentos papales al comienzo de la sede vacante (2013) |
El hecho de la que férula papal tuviese un significado de poder temporal explica que los legados puedan usarla de manera transitoria, puesto que representan al Romano Pontífice ahí donde han sido enviados. Lo mismo ocurre con el cardenal que ostenta el cargo de Camarlengo de la Iglesia Católica, pues a éste corresponde el gobierno de los bienes temporales de la Santa Sede mientras dura el período de sede vacante. Cuando el Romano Pontífice nombra a la persona que servirá este cargo, le entrega una férula de oro que simboliza el poder que tendrá cuando él ya no esté.
Cuando correspondía celebrar alguna función en la que el Pontifical Romano preveía el uso del báculo por parte del obispo de modo ritual y no sólo como una ayuda para desplazarse (como sucede en la procesión de entrada y de salida), aquél usaba una cruz procesional, que es la que hoy se mienta como férula y se identifica como una insignia propia del Santo Padre. Así ocurría, por ejemplo, para la apertura de la Puerta Santa de un jubileo o la consagración de una iglesia. Por lo demás, el no llevar báculo para la procesión de entrada y salida iba ligado al uso de la silla gestatoria: no se usa báculo cuando se es transportado, puesto que no resulta práctico ni necesario. Como era raro que el Papa celebrara alguna de estas funciones solemnes, no era frecuente que se utilizara y, cuando ocurría, el Santo Padre la sostenía en sus manos durante breves momentos: tomaba la férula para golpear tres veces la puerta y para dibujar el alfabeto latino y griego sobre el pavimento de la iglesia. El resto del tiempo la cruz abría la procesión, tras la cual se situaba el Romano Pontífice.
Esta cruz procesional propia de la liturgia papal adoptada dos modalidades. La primera era una variante de la cruz patriarcal, pues conviene recordar que el Obispo de Roma era (hasta la renuncia del título por parte de Benedicto XVI) el Patriarca de Occidente. Ella se forma por tres travesaños de desigual extensión, los que se van reduciendo hacia arriba. Las tres cruces simbolizan, al igual que sucede en la tiara, el triple poder de orden, jurisdicción y magisterio que tiene el Romano Pontífice sobre la Iglesia. La segunda modalidad era similar a la cruz procesional común, que acaba en un cruz sin crucifijo.
Los pontífices que lo sucedieron continuaron usando esta férula.
Diferencia con el báculo episcopalEl báculo del obispo tiene forma de cayado, signo de guiar al rebaño diocesano. La férula papal tiene cruz, signo de que el Papa no es obispo de una sola diócesis, sino pastor universal.
El uso de la Férula no formaba parte de la Liturgia Papal, salvo en algunas ocasiones como la apertura de la Puerta Santa y la Consagración de las Iglesias, en las cuales el Papa tomaba la Férula para golpear tres veces la puerta y para escribir el alfabeto latino y griego en el pavimento de la Iglesia. En el Tardomedievo, los Papas usaban como Férula un bastón con la triple cruz llamado también Hierofante.
FÉRULA HIEROFANTE
Hierofante Férula de tres cruces |
En la baja Edad Media, los papas usaban como férula un bastón con la cruz triple llamado Hierofante.
El Hierofante tiene una forma de cruz de tres brazos de tamaño decreciente de arriba a abajo. Su forma está relacionada con el simbolismo de la triple corona de la tiara papal, simbolizando la triple autoridad del papa.
Se sigue empleando en ocasiones solemnes como en 1983 y 2000 cuando fue usada por Juan Pablo II en la ceremonia de apertura de la Puerta Santa en el Año Jubilar.
Hierofante |
FÉRULA CRUCIFORME
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Cruciforme sin Cristo |
La férula cruciforme es el bastón litúrgico del Papa, rematado en una cruz, que simboliza su misión pastoral y su singular primado en la Iglesia.
San Pablo VI encargó al escultor napolitano Lello Scorzelli un bastón pastoral para las solemnes celebraciones litúrgicas. Este báculo de plata retomó de la férula tradicional la forma de cruz, acompañada sin embargo por la figura del Crucificado.
Pablo VI utilizó este báculo por primera vez con ocasión de la clausura del Concilio Vaticano II, el 8 de diciembre de 1965.
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Cruciforme con Cristo |
El Domingo de Ramos del año 2008, el Papa Benedicto XVI sustituyó el báculo de Pablo VI por uno que termina en una cruz dorada, regalado por el Círculo de San Pedro al Beato Pío IX en 1877, con ocasión del 50º aniversario de su ordenación sacerdotal.
Este bastón había sido adoptado como férula ya por San Juan XXIII para varias celebraciones litúrgicas durante el Vaticano II.
Con la celebración de las Primeras Vísperas de Adviento del año 2009, Benedicto XVI comenzó a usar un nuevo báculo donado por el Círculo de San Pedro, similar en la forma al de Pío IX.
Férula común
La férula común es típicamente un palo negro que termina en un globo de plata u oro en el parte superior coronado por una pequeña cruz, a veces enjoyada o embellecida. La férula común puede tener una forma similar al bastón con el que se otorgan varios priores de cofradías y en este caso se llama "maza de priorato".
Se conceden la férula común: los vicarios episcopales y aquellos sacerdotes que conservan honorablemente el título de preboste o que son titulares de parroquias que ya han sido prebostes elevados a arciprestes. [6] La férula en los roles antes mencionados todavía se usa en el contexto ambrosiano.
En el mismo rito ambrosiano, la férula también es utilizada por el maestro de ceremonias en funciones pontificias, así como por los que presiden el Capítulo de Canónigos, y, por un privilegio especial, por los canónigos individuales cuando presiden la iglesia parroquial de la que llevan el título.
Es utilizado, aunque muy raramente, por los prebostes de las parroquias de rito romano de las diócesis de Como, Lugano y Novara, que una vez siguieron el rito ambrosiano o que en cualquier caso fueron influenciados por él. Es utilizado en celebraciones solemnes por el arcipreste del Capítulo de la Catedral de Como.
El uso de la férula también se concede al párroco de Caltignaga, que es el único párroco de la diócesis de Novara que ha conservado el título de prefecto, y al rector del santuario de la Madonna di Tirano (diócesis de Como), aunque no son prebostes ni arciprestes. El prefecto de Caltignaga tenía cierta autoridad sobre las parroquias de la prefectura y su autoridad era equivalente a la del preboste), en el caso del rector del santuario de Tirano, probablemente, se dio un signo de distinción al rector de un importante santuario que forma parte de la parroquia preboste de Tirano, cuyo titular tiene derecho a usar las férulas como preboste.
La férula común es también un bastón patriarcal para católicos y ortodoxos de rito armenio, también utilizado por los ortodoxos de rito bizantino.
Portan asimismo férula común: los párrocos que conservan honoríficamente el título de prevosto y los vicarios episcopales. La férula en los mencionados roles está todavía en uso dentro del ámbito del rito ambrosiano.
La férula común también es un bastón patriarcal para los católicos y ortodoxos de rito armenio, utilizado asimismo por los ortodoxos de rito bizantino.
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Férula Rito Ambrosiano |
Uso litúrgico de la férula
Los momentos litúrgicos durante la Eucaristía, en los que el celebrante ha de sostener con la mano izquierda la férula son:
Procesión de entrada.
Proclamación del Evangelio.
Homilía (según criterio del Papa, aunque suele leer su Homilía sentado)
Rito de la Confirmación, en su caso.
Procesión de retirada.
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Pío XI abre la Puerta Santa durante el Año Santo de la Redención (1933) |
EL BÁCULO
El báculo como insignia episcopal de los obispos y de los abades se remonta al siglo VII, en algunas fuentes españolas, aunque su uso podría ser tal vez más antiguo.
Parece que el báculo como símbolo de la autoridad episcopal ha pasado desde la península ibérica a Inglaterra, a la Galia y Alemania.
Sin embargo, de las descripciones de la solemne Misa papal en los Ordines Romani no se evidencia su uso.
También las representaciones de los papas confirman que el báculo episcopal no formaba parte de las insignias del Papa, porque no se lo ve en ningún monumento iconográfico realizado en Roma. Por eso, Inocencio III († 1216) escribe en su de sacro altaris mysterio (I, 62): “Romanus Pontifex pastorali virga non utitur”.
La razón de esta costumbre reside tal vez en el hecho de que el báculo era un símbolo de la investidura del nuevo obispo electo por parte del metropolitano o de otro obispo (ceremonia que, desde el período carolingio hasta la época de la lucha de las investiduras, era hecha cada vez más por los soberanos seculares).
El Papa, en cambio, no recibía la investidura de otro obispo, como señaló Bernardo Bortono de Parma († 1263) en la Glosa ordinaria de los Decretales de Gregorio IX (I,15): el Papa recibe su poder sólo de Dios.
Santo Tomás de Aquino hace un razonamiento ulterior cuando comenta que “Romanus pontifex non utitur baculo… etiam in signum quod non habet coarctatam potestatem, quod curvatio baculi significat” (Super Sent., lib. 4 d. 24 q. 3 a. 3 ad 8), refiriéndose a la forma ya común del báculo curvado en la cima, como signo del cuidado pastoral y de la jurisdicción.
Desde la Alta Edad Media, si no antes, los Papas se sirvieron de la férula pontificalis como insignia que indicaba su potestad temporal. La forma de la férula no es bien conocida. Probablemente era un bastón que llevaba una cruz en su parte superior.
En el Medioevo, cuando después de su elección el Papa tomaba posesión de la Basílica Lateranense, se le presentaba la férula del prior de San Lorenzo en el Laterano (es decir, de la Sancta Sanctorum) como “signum regiminis et correctionis”, es decir, como símbolo de gobierno que incluye el castigo y la penitencia. La presentación de la férula era un acto importante pero no tenía el mismo significado que la imposición del palio en la coronación del Papa. De hecho, ya no fue observada al menos desde el comienzo del siglo XVI.
El uso de la férula nunca había formado parte de la liturgia papal, exceptuando algunas ocasiones como la apertura de la puerta santa y las consagraciones de las iglesias, en las que el Papa tomaba la férula para golpear tres veces la puerta y para dibujar el alfabeto latino y griego sobre el pavimento de la iglesia.
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Báculo Bizantino |
En la versión bizantina del bastón pastoral, que es en realidad una cruz Tau. Versiones posteriores muestran las barras horizontales torcidas hacia arriba, en lugar de hacia abajo, en forma de dos serpientes, probablemente en referencia a la vara de Moisés y Aarón, que, como señala la Sagrada Escritura, se transformaron milagrosamente en serpientes (véanse Éxodo 4:2-4 y Éxodo 7:10-12) antes de volver a transformarse en varas.
Existe cierto desacuerdo sobre cuál forma básica es la más antigua: el báculo o la cruz. La Enciclopedia Católica sugiere que la forma del báculo es la más antigua, mientras que Archdale King, en La Liturgia de la Iglesia Romana, atribuye ese honor al báculo en forma de tau.
En cuanto al báculo, al igual que la forma Tau experimentó desarrollos estilísticos, también lo hizo la forma del báculo. Versiones de la tradición hiberno-sajona, fechadas alrededor del siglo XII, muestran una forma bastante simplificada, como se observa, por ejemplo, en el báculo de Lismore, fechado alrededor del año 1100:
Con mucha frecuencia, los primeros báculos se hacían de madera, luego dorados o revestidos de oro o plata y adornados con piedras preciosas. Otros se hacían de marfil u otros materiales preciosos como el ébano. Siglos posteriores los verían hechos completamente de metal. Para los siglos XII y XIII, el diseño del báculo también se volvió más ornamentado, con frecuencia llenando el centro con imágenes, ya fueran de santos, símbolos o diseños floreados.
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Diseños de báculos de los años 1400, 1600 y 1700 muestran algunas de las variaciones estilísticas en la ornamentación del báculo. |
Si estas son algunas de las diversas formas y estilos que han rodeado al báculo a lo largo de su historia, ¿cuál es su significado y simbolismo?
Como se señaló al principio de este artículo, el báculo es, en última instancia, un símbolo de jurisdicción y autoridad, y en este sentido, no es difícil comprender por qué su uso se extendía más allá del colegio episcopal y se otorgaba también a abades y abadesas que tenían jurisdicción sobre sus respectivas comunidades monásticas. Este simbolismo se manifiesta claramente en la oración del Pontificale Romanum cuando se entrega el báculo a un obispo recién consagrado:
Recibe el bastón del oficio pastoral, y en la corrección del vicio sé misericordiosamente severo, ejercitando el juicio sin ira, calmando las almas de tus oyentes alentando la virtud, y en tiempo de tranquilidad no relajando la regla de la severidad.
Durando, el liturgista y alegorista medieval, también habla de cómo el báculo episcopal simboliza el poder doctrinal y disciplinario de los obispos, quienes, como un pastor, confirman a sus ovejas en la fe y reconducen al rebaño a quienes se han extraviado. Además, lo compara con la vara de Moisés como símbolo de su misión divina.
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