BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO: TEXTOS LITÚRGICOS

 

BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO
Fiesta litúrgica 12 de mayo

Beato Álvaro del Portillo, obispo.
Calendario propio de la Prelatura del Opus Dei.
Se celebra el 12 de mayo, como memoria obligatoria.


Textos de la Misa Beato Álvaro del Portillo

Oración colecta propia, el resto del común de Pastores II: para un obispo I.


Antífona de entrada Cf. Ez. 34, 11. 23-24

Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré un pastor que las apaciente: yo, el Señor, seré su Dios (T. P. Aleluya).

Visitábo oves meas, dicit Dóminus, et suscitábo pastórem qui pascat eas: ego autem Dóminus ero eis in Deum (T. P. allelúia).

O bien: Cf. Lc. 12, 42

Este es el administrador fiel y prudente a quien el Señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas [T. P. Aleluya].

Iste est fidélis et prudens dispensátor, quem constítuit Dóminus super famíliam suam, ut det illis in témpore trítici mensúram (T.P. Allelúia).


Monición de entrada

Celebramos al beato Álvaro del Portillo, obispo, prelado del Opus Dei. Nació en Madrid, España, el 11 de marzo de 1914. Fue doctor en ingeniería de caminos, en historia, y en derecho canónico. En 1935, pidió la admisión en el Opus Dei y en 1944 fue ordenado sacerdote. En el Concilio Ecuménico Vaticano II fue Secretario de la Comisión "De disciplina cleri et populi christiani". Fue primer sucesor de San Josemaría al frente del Opus Dei. El 6 de enero de 1991 recibió la ordenación episcopal de manos de san Juan Pablo II. Su celo pastoral brilló por su fidelidad a Dios y continuo trabajo, encaminado a la expansión de los apostolados de los fieles de la Prelatura al servicio de la Iglesia y de todas las almas. Murió en Roma el 23 de marzo de 1994, apenas unas horas después de regresar de una peregrinación a Tierra Santa

Oración colecta

Dios Padre de misericordia, que infundiste en el beato Álvaro, obispo, el espíritu de verdad y de amor, concédenos que, siguiendo su ejemplo, nos gastemos humildemente en la misión salvífica de la Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo. 
℟. Amén.

Deus Pater misericordiárum, qui beátum epíscopum Alvárum spíritu veritátis et dilectiónis implevísti, præsta, quǽsumus, ut, eius vestígia sectántes, salutíferæ Ecclésiæ missióni nos humíliter impendámus. Per  Dóminum  nostrum  Iesum Christum,  Fílium  tuum,  qui  tecum  vivit  et  regnat  in  unitáte  Spíritus  Sancti,  Deus, per  ómnia  sǽcula  sæculórum. 
℟. Amen.


LITURGIA DE LA PALABRA

Pueden tomarse las Lecturas de la feria correspondiente o bien las lecturas propia de la memoria.

Lecturas propias de la memoria:

PRIMERA LECTURA 
(opción 1) Ez. 34, 11-16

Como cuida un pastor de su grey dispersa, así cuidaré yo de mi rebaño

Lectura de la profecía de Ezequiel

Porque esto dice el Señor Dios:

«Yo mismo buscaré mi rebaño y lo cuidaré. Como cuida un pastor de su grey dispersa, así cuidaré yo de mi rebaño y lo libraré, sacándolo de los lugares por donde se había dispersado un día de oscuros nubarrones.

Sacaré a mis ovejas de en medio de los pueblos, las reuniré de entre las naciones, las llevaré a su tierra, las apacentaré en los montes de Israel, en los valles y en todos los poblados del país.

Las apacentaré en pastos escogidos, tendrán sus majadas en los montes más altos de Israel; se recostarán en pródigas dehesas y pacerán pingües pastos en los montes de Israel. Yo mismo apacentaré mis ovejas y las haré reposar —oráculo del Señor Dios—.

Buscaré la oveja perdida, recogeré a la descarriada; vendaré a las heridas; fortaleceré a la enferma; pero a la que esté fuerte y robusta la guardaré; la apacentaré con justicia».

Palabra de Dios.
℟. Te alabamos, Señor.


PRIMERA LECTURA (opción 2) Col. 1, 24-29
Dios me ha nombrado servidor de la Iglesia

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses.

Hermanos:

Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotros: así completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, en favor de su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado servidor, conforme al encargo que me ha sido encomendado en orden a vosotros: llevar a plenitud la palabra de Dios, el misterio escondido desde siglos y generaciones y revelado ahora a sus santos, a quienes Dios ha querido dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria.

Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría, para presentarlos a todos perfectos en Cristo. Por este motivo lucho denodadamente con su fuerza, que actúa poderosamente en mí.

Palabra de Dios.
℟. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal. 22, 1-3. 4. 5. 6 (R.: 1)

℣. El Señor es mi pastor, nada me falta.
℣.  El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
℟. El Señor es mi pastor, nada me falta.

℣. Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
℟. El Señor es mi pastor, nada me falta.

℣. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
℟. El Señor es mi pastor, nada me falta.

℣. Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.
℟. El Señor es mi pastor, nada me falta.

Aleluya Jn. 10, 14

Aleluya, aleluya, aleluya.
Yo soy el Buen Pastor, dice el Señor, y conozco mis ovejas, y las mías me conocen. 

EVANGELIO Jn. 10, 11-16
El buen pastor da su vida por las ovejas

Lectura del santo Evangelio según san Juan.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, dijo Jesús:

«Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.

Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.

Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor».

Palabra del Señor.
℟. Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración de los fieles

Hermanos y hermanas, Jesús nuestro Señor, maestro y modelo de toda perfección, llama a todos a la santidad. Por intercesión del beato Álvaro del Portillo pidamos al Padre, fuente de todo bien, que la Iglesia crezca cada día en número y en santidad. A cada súplica contestamos: Te rogamos óyenos.

- Por la Santa Iglesia, signo e instrumento de salvación universal, para que el Espíritu Santo la conserve en la unidad y la refuerce en la fe, para que el conocimiento y el amor de Cristo Redentor nuestro se extiendan cada vez más por toda la tierra. 
℟. Te rogamos óyenos.

- Por el Santo Padre N., elegido por Dios como sucesor de Pedro y Pastor de la grey de Cristo, para que en su incesante ministerio al servicio de los cristianos y de todos los hombres esté siempre lleno de la sabiduría, del consuelo y de la fortaleza del Espíritu Santo. 
℟. Te rogamos óyenos.

- Por la Prelatura del Opus Dei, para que todos sus fieles, sacerdotes y laicos, siguiendo el ejemplo del beato Álvaro del Portillo, sepan responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de sus vidas en ocasión de amar y servir al Reino de Jesucristo. 
℟. Te rogamos óyenos.

- Por la paz del mundo y la unidad de la familia humana, para que los cristianos, solícitos por los pobres y los que sufren, colaboren con todos los hombres de buena voluntad en la construcción de una sociedad más justa, fundada en el mandamiento nuevo del Señor. 
℟. Te rogamos óyenos.

- Por las familias cristianas, pequeñas iglesias domésticas, llamadas a ser hogares luminosos y alegres donde encuentren acogida los niños y los ancianos, los enfermos y los necesitados, para que sepan educar a sus hijos de modo que sean generosos y estén dispuestos a escuchar la llamada de Dios. 
℟. Te rogamos óyenos.

- Por todos los que participan en esta Eucaristía, por sus familias y por la humanidad entera, para que, escuchando la voz del Señor, Verbo encarnado y Redentor del mundo, dejen que el Espíritu divino ilumine todas las realidades humanas. 
℟. Te rogamos óyenos.

Bendito seas, Señor, por habernos dado la compañía y el ejemplo de tu fiel siervo Álvaro; a través de su intercesión, danos la gracia de vivir una vida humilde, alegre, escondida y silenciosa, decididos a dar testimonio de la perenne novedad del Evangelio. Por Cristo Nuestro Señor. 
℟. Amén.

Oración sobre las ofrendas

Mira con bondad, Señor, las ofrendas que presentamos en este santo altar en la fiesta del beato Álvaro, para que glorifiquen tu nombre y nos obtengan el perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Hóstias, quǽsumus Dómine, quas in festivitáte beáti Alvári sacris altáribus exhibémus, propítius réspice, ut nobis indulgéntiam largiéndo, tuo nómini dent honórem. Per Christum Dóminum nostrum.

PREFACIO DE LOS SANTOS PASTORES

La presencia de los santos Pastores en la Iglesia

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.

Porque nos concedes la alegría de celebrar hoy la fiesta del Beato Álvaro fortaleciendo a tu Iglesia con el ejemplo de su vida santa, instruyéndola con su palabra y protegiéndola con su intercesión.

Por eso, con los ángeles y la multitud de los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo...

Vere dignum et iustum est, aequum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus: per Christum Dóminum nostrum.

Quia sic tríbuis Ecclésiam tuam beáti Alvári festivitáte gaudére, ut eam exémplo piae conversatiónis corróbores, verbo praedicatiónis erúdias, gratáque tibi supplicatióne tueáris.

Et ídeo, cum Angelórum atque Sanctórum turba, hymnum laudis tibi cánimus, sine fine dicéntes:

Sancto, Sancto, Sancto

Antífona de la comunión Cf. Jn 15, 16

No sois vosotros los que me habéis elegido, dice el Señor, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca (T. P. Aleluya).

Non vos me elegístis, dicit Dóminus; sed ego elégi vos, et pósui vos ut eátis et fructum afferátis, et fructus vester máneat (T. P. allelúia).

O bien: Cf. Lc 12, 36-37

Bienaventurado aquel criado, a quien el Señor, cuando venga y llame a la puerta, lo encuentre en vela (T. P.  Aleluya).

Beátus ille servus, quem, cum vénerit dóminus eius, et pulsáverit iánuam, invénerit vigilántem (T. P. allelúia).

Oración después de la comunión

Alimentados por estos sacramentos te pedimos humildemente, Señor, que, a ejemplo del beato Álvaro, nos esforcemos en proclamar lo que él creyó y en poner en práctica lo que enseñó. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Refécti sacris mystériis, Dómine, humíliter deprecámur, ut, beáti Alvári exémplo, studeámus confitéri quod crédidit, et ópere exercére quod dócuit. Per Christum Dóminum nostrum.




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